Tipo: Repelente físico
Nombre científico: Fluitus expeletor
Nombre vulgar: Escupidor
Escupir mientras se habla puede ser una eficiente manera de alejar a cualquiera que se le acerque demasiado. Pero cuidado: la saliva no debe salir a mansalva y sin control. El escupidor debe lograr un manejo eficiente de sus fluidos.
Como toda destreza adquirida –si es un escupidor innato puede saltarse esta parte– sólo la práctica hace al maestro. Lo aconsejable es poner un blanco y practicar hablándole mientras se le escupe. Puede ser una toalla o una prenda de vestir, ojalá blanca. Es recomendable también comer betarragas, jugo en polvo rojo o cualquier otra sustancia que tiña la saliva, lo que facilitará la constatación de sus avances.
Luego de algún tiempo de práctica, logrará lo buscado: escupir al interlocutor aunque se encuentre a un par de metros de distancia. Imprescindible es hacerlo de manera soterrada. Nada de escupitajos evidentes, ni de aspavientos al mojar a quienes lo rodean. El maestro salival opera sin que se le mueva un pelo. Como si fuera lo más normal del mundo, deja a todos empapados. Hasta que huyen, por supuesto.
Nombre científico: Fluitus expeletor
Nombre vulgar: Escupidor
Escupir mientras se habla puede ser una eficiente manera de alejar a cualquiera que se le acerque demasiado. Pero cuidado: la saliva no debe salir a mansalva y sin control. El escupidor debe lograr un manejo eficiente de sus fluidos.
Como toda destreza adquirida –si es un escupidor innato puede saltarse esta parte– sólo la práctica hace al maestro. Lo aconsejable es poner un blanco y practicar hablándole mientras se le escupe. Puede ser una toalla o una prenda de vestir, ojalá blanca. Es recomendable también comer betarragas, jugo en polvo rojo o cualquier otra sustancia que tiña la saliva, lo que facilitará la constatación de sus avances.
Luego de algún tiempo de práctica, logrará lo buscado: escupir al interlocutor aunque se encuentre a un par de metros de distancia. Imprescindible es hacerlo de manera soterrada. Nada de escupitajos evidentes, ni de aspavientos al mojar a quienes lo rodean. El maestro salival opera sin que se le mueva un pelo. Como si fuera lo más normal del mundo, deja a todos empapados. Hasta que huyen, por supuesto.
7 comentarios:
Esta no me la sabía. Empezaré a practicar inmediatamente!! ;P
lamento mis inasistencias a las sesiones pasadas. quisiera señalar que nota máxima se la lleva aquel que además de compartir sus fluidos bucales comparte sonoramente sus fluidos nasales al llevarlos desde las vias nasales a las bucales y luego a las estomacales.
Lusifer, ya está dicho. La práctica hace al maestro. Y dominando esta técnica, tienes gran parte del camino recorrido.
Montt, ¿qué me dices del que se suena a lo futbolista, tapándose una fosa nasal y soplando fuertemente por la otra? Sin pañuelo ni nada, por supuesto. De la nariz al suelo, sin escalas.
Muy bueno!
Me detengo en el 5, pero seguiré leyendo!
salu2!
Interesante.. batante util :D jajja
me he reido demasiado!!! y la ilustracion esta muy chistosa!
esos son los tipicos Pato Lucas!
dan un asco y ni modo...
JA! Pobre gato!! Lo verdaderamente vergonzoso es cuando te pasa sin querer!
Publicar un comentario