lunes, 3 de septiembre de 2007

Lección #13: Invadiendo


Tipo: Actitud
Nombre científico: Invasivus severum
Nombre vulgar: Invasivo

Una de las maneras más eficaces de repeler a quienes se acercan es haciendo uso de esta desesperante actitud, que consiste básicamente en despreciar los límites de la vida privada de las demás personas.

Un primer apronte en las artes de la invasividad es preguntar por asuntos personales, que obviamente escapan de la incumbencia de quien las pregunta. Así, inquirir a un desconocido interlocutor acerca de su experiencia personal con temas médicos delicados –infecciones urinarias y enfermedades de transmisión sexual no fallan –suele resultar rápidamente en la huida del interpelado.

Una opción siempre eficiente es inmiscuirse en conversaciones privadas –cuanto más íntimas, mejor –de otras personas. Así, cuando en alguna reunión social vea a dos amigos, desconocidos para usted, conversando de la dolorosa separación o duelo de alguno de ellos, acérquese y sin previo aviso muéstrele su empatía contándole su propia experiencia (véase autorreferencia) o déle un no pedido consejo sobre cómo superar el duro trance.

Valor agregado en esta actitud es la invasividad física, que consiste en acompañar los comentarios y preguntas íntimas de palmadas en el hombro, abrazos y/o sobajeos de espalda, o cualquier otra forma de contacto físico con el desconocido, que le deje claro a este último que su tan preciado metro cuadrado fue repentinamente producto de expropiación.