
Tipo: Repelente físico
Nombre científico: Hedorus extremis
Nombre vulgar: Oloroso
Un infalible modo de recuperar su metro cuadrado –o una superficie incluso mayor –es atacar directamente el olfato de sus interlocutores. Muchas veces subvalorado, este sentido es un canal especialmente efectivo si de espantar a los demás se trata. Además, permite varias vías de ataque: el aliento, el olor corporal –subdividido a su vez en varias subvías –y los aditivos artificiales.
Comience con un paso simple y efectivo: olvídese de las medidas más básicas de aseo personal, como ducharse, usar desodorante o lavarse los dientes. Bastará con que adopte esta costumbre un par de días antes de requerir su uso para que sea eficiente. Si se acerca la hora cero y aún no alcanza el nivel de olor deseado, siempre puede reforzarlo comiendo algo que contenga cebolla –una empanada de pino es ideal –y haciendo algo de deporte.
Una variación menos riesgosa –si lleva 2 días sin ducharse, es poco lo que puede hacer en el lugar de los hechos –es disponer de elementos que le permitan, llegado el momento, aplicar de emergencia esta lección. Un pequeño frasco bien sellado, que contenga una simple preparación de cebolla y ajo, puede salvar
Una última opción, igualmente efectiva, es la de los olores artificiales. Paradójicamente ideados para dar buen aroma a personas o ambientes, rociar un poco en su cuerpo puede ser el pasaporte al éxito. Basta con que la elección del olor sea
Si quiere asegurar el éxito en poco tiempo, acople dos o más de las opciones antes descritas: el aliento a cebolla y las axilas con olor a marisco, por ejemplo, es una combinación difícil de superar.