
Tipo: Actitud
Nombre científico: Ochentia rememoratium
Nombre vulgar: Ochentero
Una efectiva arma en la tarea de hacerse insoportable es rememorar de manera permanente la década de los ochenta, despreciando todo lo que vino antes y, por supuesto, después.
Para comenzar, debe instruirse sobre algunos temas de esa época: grupos musicales, películas, modas, series de TV, dibujos animados y tecnología son un buen comienzo. Hablar de Top Gun, Cepillín, los pantalones amasados y los nevados, Europe o Vanesa Paradis, y añorarlos con frases como “ya no hay grupos como Los Prisioneros”, o “la mejor película que he visto es Cóctel” es un buen comienzo.
El siguiente paso es llenar el IPod o reproductor de mp3 de canciones ochenteras, y escucharlas cada vez que se pueda. Se debe llevar el aparato a todas partes, para que todos tengan la suerte de escuchar a artistas de la talla de Sheena Easton, Sabrina o Culture Club. Mientras busca las canciones más apropiadas al contexto, o alguna para impresionar a los concurrentes, diga frases como “yo tenía el cassette de este grupo”, o “igual está bien el IPod, pero nunca va a ser lo mismo que un walkman”.
Otro aspecto que debe manejar es el de la tecnología. Así, al ya citado comentario del walkman debe agregar frases como “sí, igual está bueno el Wii, y el Playstation también, pero no hay como el Atari. Nadie va a igualar el pong, o el Space Invaders”. Lo mismo con la música: “Muy Ipod será, pero igual tenía más estilo el cassette”.
El último paso –que aunque no es indispensable, implica un salto cuántico de insoportabilidad –es volver a vestirse a la usanza de los ochenta. Pantalones amasados, jeans nevados, poleras anchas y largas, alpargatas y mocasines hacen la diferencia. Para ellas, infaltable la chasquilla. Para ellos el jopo. Con ese look, los demás no tendrán más alternativa que huir.