Tipo: Actitud
Nombre científico: Superiorem complexus
Nombre vulgar: Prepotente
Actitud insoportable por antonomasia, la prepotencia es una de las más eficientes formas de asegurarse ya no sólo el necesario metro cuadrado de espacio personal, sino también el espacio aéreo que se proyecta del mismo, por lo demás muy necesario considerando que el prepotente está por sobre el nivel de los demás. Si da la casualidad de que se encuentra en el agua –mar, playa o piscina sirven por igual– incluso se asegurará un equivalente a las millas de mar territorial.
Todo comienza con una actitud soberbia, mirando en menos a quienes se crucen por delante y considerándolos simples obstáculos –o al menos irrelevantes accidentes– en la propia existencia, por cierto indispensable para que el mundo siga girando. Esta actitud debe denotarse claramente en la posición corporal, el andar, el modo de mirar a los demás y la forma de dirigirse a ellos; todo debe ser hecho desde las alturas.
Una vez adecuados a esta disposición física, se tiene buena parte del camino avanzado. Ahora es cuando se debe invocar el poder –real o ficticio, propio o de un cercano– y abusar del mismo para humillar a quien ose cruzarse en su camino. Si en la frase dirigida a su interlocutor utiliza palabras complicadas, técnicas y/o en otros idiomas (ver lección #9), demostrará sin duda mayor superioridad.
Un último paso –úsese con precaución, por su alto impacto– es fundamentar su superioridad en las glorias pasadas (ver lección #8) y su alto poder económico (ver lección #3), combinación realmente explosiva que de seguro ahuyentará a quien todavía se encuentre cerca.
Nombre científico: Superiorem complexus
Nombre vulgar: Prepotente
Actitud insoportable por antonomasia, la prepotencia es una de las más eficientes formas de asegurarse ya no sólo el necesario metro cuadrado de espacio personal, sino también el espacio aéreo que se proyecta del mismo, por lo demás muy necesario considerando que el prepotente está por sobre el nivel de los demás. Si da la casualidad de que se encuentra en el agua –mar, playa o piscina sirven por igual– incluso se asegurará un equivalente a las millas de mar territorial.
Todo comienza con una actitud soberbia, mirando en menos a quienes se crucen por delante y considerándolos simples obstáculos –o al menos irrelevantes accidentes– en la propia existencia, por cierto indispensable para que el mundo siga girando. Esta actitud debe denotarse claramente en la posición corporal, el andar, el modo de mirar a los demás y la forma de dirigirse a ellos; todo debe ser hecho desde las alturas.
Una vez adecuados a esta disposición física, se tiene buena parte del camino avanzado. Ahora es cuando se debe invocar el poder –real o ficticio, propio o de un cercano– y abusar del mismo para humillar a quien ose cruzarse en su camino. Si en la frase dirigida a su interlocutor utiliza palabras complicadas, técnicas y/o en otros idiomas (ver lección #9), demostrará sin duda mayor superioridad.
Un último paso –úsese con precaución, por su alto impacto– es fundamentar su superioridad en las glorias pasadas (ver lección #8) y su alto poder económico (ver lección #3), combinación realmente explosiva que de seguro ahuyentará a quien todavía se encuentre cerca.